Los ministros de exteriores de Turquía y Brasil, Ahmet Davutoğlu y Celso Amorim, mantuvieron ayer domingo un encuentro en Estambul con su homólogo iraní Mouncher Mottaki durante el que los mandatarios turco y brasileño se mostraron dispuestos a mediar en las negociaciones entre Occidente e Irán, que podrían comenzar en septiembre.
En su primer encuentro tras el acuerdo que los tres países anunciaron el pasado mes de mayo en Teherán y que fue rechazado por el llamado Grupo 5+1 -los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia) más Alemania-, Davutoğlu y Amorim mantuvieron un almuerzo de trabajo el domingo por la mañana en Estambul al que se sumó el ministro de exteriores iraní.
Durante la reunión, los tres ministros hablaron de las posibilidades de conseguir alcanzar una solución para la disputa que Irán mantiene con Occidente acerca de su controvertido programa nuclear por medios diplomáticos, tal y como defienden Ankara y Brasilia. Al término de la misma, se celebró una conferencia de prensa en la que el ministro de exteriores turco apostó por mantener abierta la vía diplomática en esta cuestión, y defendió el papel de Turquía como país mediador y con interés en alcanzar una solución pacífica al conflicto, dada su condición de nación vecina a Irán. "No podemos quedarnos quietos ante este problema, dado que somos un país que se verá afectado por las consecuencias (del conflicto)", afirmó Davutoğlu.
"Tan pronto como sea posible estamos intentando iniciar de nuevo las conversaciones entre Irán y el G5+1, y también haremos todo lo que podamos para iniciar las negociaciones técnicas lo antes posible", dijo Davutoğlu compareciendo ante los periodistas junto al ministro de exteriores brasileño, Celso Amorim. "Lo que hemos dicho a ambas partes desde el principio es que esta reunión debe celebrarse lo antes posible, y que ambas partes deben abordar todas las cuestiones de la forma más transparente y abierta", agregó el ministro turco, que se refirió a la "segunda semana de septiembre" como una posible fecha para ese encuentro.
Como parte de esta iniciativa diplomática, Irán anunció el envío hoy lunes de una carta al llamado Grupo de Viena -formado por Estados Unidos, Rusia, Francia y la AIEA (Agencia Internacional de la Energía Atómica)- mostrando su disposición a reanudar el diálogo sobre su programa nuclear. "Deseamos que tanto la carta como el proceso que pretende iniciar constituyan la base para un papel más importante de la diplomacia. Irán ha confirmado que está listo para dialogar con los países del G5+1", agregó Davutoğlu.
Por su parte Mottaki, en una comparecencia ante los medios tras el encuentro con Davutoğlu y Amorim en Estambul, estimó que las conversaciones podrían reanudarse tan pronto como el llamado Grupo de Viena se haya pronunciado sobre su voluntad de sentarse a la mesa con Teherán, en respuesta a la misiva enviada este lunes. "Todos los detalles sobre cómo el canje podrá realizarse serán expuestos a través de las dicusiones en Viena", añadió el ministro de exteriores iraní, que sugirió que Turquía y Brasil participen en esas conversaciones.
Irán propuso el pasado 17 de mayo a las grandes potencias un acuerdo alcanzado con la mediación de Turquía y Brasil por el que canjearía en territorio turco 1.200 kilos de su uranio escasamente enriquecido (al 3,5%) por 120 kilos de combustible enriquecido al 20% bajo supervisión internacional, destinado al reactor de investigación médica de Teherán. La iniciativa sin embargo fue ignorada por el G5+1, que el 9 de junio promulgó una votación en el Consejo de Seguridad de la ONU para aprobar nuevas sanciones contra Irán, al que acusan de buscar la creación de un arma atómica. Brasil y Turquía, miembros no permanentes del Consejo, votaron en contra.
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